Película de terror, comedia, épica,... ver un partido de la sección de baloncesto del Real Madrid es, desde que Messina es su entrenador, asistir cada día a un nuevo e inesperado espectáculo. Podemos ver como el Real Madrid apisona a cualquier equipo ACB que pase por su cancha, podemos ver que incluso este año es capaz de derrotar al Caja Laboral y parece haberle tomado la medida, podemos ver como cuando parece que por fin le puede dar un susto al F.C. Barcelona, este pasa como un rodillo por encima y deja desmantelada a la aparentemente afinada defensa de Messina. Del ataque mejor no hablar, pues salvo partidos contra equipos ya derrotados antes de salir a la cancha, el ataque madridista, es todo menos fluido y alegre. Tampoco es vistoso.
A Messina no se lo fichó para ganar los partidos intrascendentes de la liga, se lo fichó para conseguir títulos. Pero no parece que pueda arrebatarle ninguna final a un F.C. Barcelona muy superior. Incluso hay dudas de que pueda ganarle a un Caja Laboral que se crece en los momentos clave, pese a los últimos resultados de sus enfrentamientos. Y cuidado con el Pamesa, que con Pesic al mando de la nave, empieza a meter bastante miedo.
Viene la Copa del Rey, primera piedra en el camino del segundo año del Proyecto Messina, y el primero de los tres intentos que dictarán sentencia cuando gire el cargador y comience la ruleta rusa del Real Madrid, despues vendrán las dos competiciones para las que se lo fichó, pero igual ya es tarde para nada. Se hundirá con la nave blanca, o contra todo pronóstico, como el primer año de Scariolo, hará saltar la banca?
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